El primer paso
«Todo gran viaje comienza por el primer paso». (Lao Tse).
Cuando aquel sábado de octubre de 2010 me dirigía a Varea (un barrio de Logroño), a fotografiar por primera vez una velada, no tenía ni idea de la dimensión de lo que iba a comenzar. Aquello fue trepidante, fulgurante. Tuve que estar muy despierto para perderme lo menos posible entre tanta agitación alrededor, nervios, prisas y la adrenalina en el ambiente. Revisar las fotografías al día siguiente fue como abrir un pequeño tesoro y tuve claro que debía seguir este camino. Mi amigo Íñigo Ruiz, que entrenaba en el gimnasio Titobox de Logroño, me abría la puerta y facilitaba el acercamiento al mundo del boxeo aficionado. Desde entonces he asistido a inumerables entrenamientos y veladas que me han permitido documentar mediante imágenes este apasionante deporte.
Hacer unas cuantas fotografías de un tema concreto, rascando levemente la superficie, entretiene pero no trasciende. Construir un reportaje fotográfico desde dentro es lo interesante y potente, el conocimiento lo hace más cercano y auténtico. Para ello es necesario empaparte del asunto e involucrarte, conocerlo para describirlo desde un punto de vista propio.
Son 10 años ya pero este reportaje sigue abierto. El boxeo me atrae y la fotografía es mi pasión, solo tengo que mantener ambos mundos cerca.